Aunque minoritaria, la práctica de deportes acuáticos en piscina cobra especial fuerza en los meses de junio, julio y agosto, cuando el clima, el tiempo libre y la apertura de piscinas municipales y privadas facilitan su desarrollo.
Los deportes acuáticos se inspiran en deportes preexistentes desarrollados en tierra, de los que toman prestados sus fundamentos y reglas de juego, justificando su ‘independencia’ de aquellos en el medio acuático en que se practican. Claros ejemplos son el rugby y el hockey subactuáticos. Incluso el waterpolo está basado en el polo.
Estos deportes volverán a nuestras piscinas en verano y merece la pena conocer algunos de los más populares. En todos los casos, se ha respetado la denominación más aceptada, ya fuera en lengua inglesa (waterpolo, waterbasket) o en la española (voleibol acuático), para evitar los equívocos de la castellanización forzosa (‘carrera en aguas profundas’ en lugar de aquajogging).
Divertidos, refrescantes y veraniegos: así son los deportes acuáticos más practicados en piscinas
Voleibol acuático
El voleibol acuático o watervoley presume de ser uno de los deportes de agua con pelota más seguidos, reconocido como disciplina olímpica desde 1996. A grandes rasgos, las reglas son una adaptación de las del voleibol tradicional, con un máximo de seis jugadores por equipo y la ausencia de límites de pista.
El equipamiento requerido consiste en una pelota resistente al agua, redes y postes flotantes, esencialmente. Se estima que el primer partido de voleibol de la historia se disputó en 1895 y el deporte en cuestión fue bautizado como mintonette, mientras que el voleibol acuático se popularizó en los parques Disney en la década de los noventa.
Waterpolo
También llamado polo acuático, el waterpolo se asemeja más al balonmano, ya que siete jugadores en cada equipo compiten para introducir el balón en la portería del rival, empleando para ello toda clase de habilidades: lanzamientos, pases, etcétera. Sus orígenes se remontan a la Inglaterra del siglo XIX.
Sin lugar a dudas, es uno de los deportes en piscina más entretenidos, que además permite obtener los beneficios sociales de la natación, pues los jugadores ponen a prueba su resistencia aeróbica recorriendo largas distancias a nado.
Hockey subacuático
De mayor antigüedad y tradición es el hockey subacuático, que se practica desde 1954. Se trata de una de las muchas variantes del hockey sobre hierba o jóquey, donde un grupo de jugadores compite por introducir un disco o puck en la portería rival, haciendo uso de unos palos específicos, también llamados sticks.
Como en otros deportes de agua en piscina, el elemento en que se desarrolla agrega un plus de dificultad. El puck debe empujarse en la superficie del fondo de la piscina, lo que significa que los jugadores deben emerger a la superficie cada cierto tiempo para recobrar el oxígeno.
Rugby subacuático
Creado en Alemania en 1961, el rugby subacuático es uno de los deportes más insólitos, pues reproduce las reglas y estilo de juego propios del rugby bajo el agua. Basta imaginar los saques, recepciones y otras jugadas típicas del rugby convencional realizados en el fondo de una piscina para entenderlo.
Waterbasket
A diferencia de los anteriores deportes en piscina, el waterbasket no se fundamenta al cien por cien en un deporte realizado en tierra, sino que fusiona el waterpolo con el baloncesto. Fue inventado por Francesco Rizzuto en 1986, y es una disciplina en pleno crecimiento, aunque minoritaria.
Aquajogging
Por más que el aquajogging no sea un deporte stricto sensu, justo es reconocerla como una actividad popular entre los deportistas, por sus beneficios terapéuticos y de tonificación. Se estima que el atleta británico Mo Farah realiza ejercicios de aquajogging. La tenista belga Kirsten Flipkens reconoció practicar esta disciplina para acelerar su recuperación de una lesión sufrida en 2021.
El aquajogging o aquarunning consiste en una serie de ejercicios que movilizan las articulaciones y los músculos sin generar impactos. Se popularizó a comienzos de los 2000, cuando la atleta Kelly Holmes logró regresar a la alta competición y ganar dos oros en las olimpiadas de Atenas tras implementar este tipo de ejercicios en su plan de recuperación. De ahí que cada vez más deportistas y aficionados se animen con el aquajogging.