Cómo elegir zapatillas de pádel para adultos y niños

Después de la pala, las zapatillas son el accesorio más importante del equipamiento del ‘padelista’. Y es que son la única parte del jugador en contacto con la pista y condicionan, por tanto, la efectividad de los desplazamientos, las frenadas y los apoyos en los saques, reveses, drive, etcétera. Sin una pala adecuada no hay golpeo óptimo; de igual modo, no hay movilidad óptima sin un calzado adecuado.

Para saber cómo elegir zapatillas de pádel, debe prestarse atención a aspectos que van más allá de la marca o del modelo más popular. Babolat, Asics, Wilson o Bullpadel son fabricantes de prestigio. Los astros de este deporte los utilizan. Pero disponer de las Asics Gel Bela del argentino Fernando Belasteguín o de las Bullpadel Flow Hybrid Fly de la española Alejandra Salazar no garantiza resultados a otros jugadores, pues el calzado es algo personal, extremadamente personal. Cada jugador debe encontrar el suyo, atendiendo a una serie de criterios que detallamos a continuación.

 

Estas recomendaciones te ayudarán a elegir zapatillas de pádel

 

Diseño capaz de absorber los impactos

Como sucede con la empuñadura de las palas, cada zapatilla de pádel posee un diseño exclusivo, y aunque todas cumplan una función similar, no son iguales. Sentirse cómodo con ellas es imprescindible para evitar que las molestias y rozaduras puedan disminuir la concentración y el disfrute del juego.

De especial importancia es la capacidad para absorber los impactos que caracteriza a las mejores zapatillas de pádel. Esto se logra gracias al efecto de amortiguación, logrado por medio de una combinación de cámaras de aire, materiales elásticos y geles en el área del talón. Pero como se explicará en el siguiente punto, incluso la suela de zapatilla de pádel puede influir en el desempeño del jugador.


Suelas con tracción y agarre óptimos

Los jugadores de pádel necesitan que la sección del calzado en contacto con la pista les proporcione una tracción suficiente, sin que este agarre comprometa aquellos movimientos que requieran flexibilidad, como los giros y deslizamientos laterales.

Aunque Nike y otras marcas comercializan zapatillas para superficies específicas (tierra batida, por ejemplo), la mayoría de los aficionados al pádel no cuenta con un calzado para cada tipo de pista. Un solo par debe satisfacer las necesidades deportivas del jugador sobre cemento, polvo de ladrillo o césped artificial. Para lograr este objetivo, la suela adopta multitud de diseños: con tacos, con rayas, etcétera.


Así pues, no existe una única respuesta a la cuestión de cómo es la suela de una zapatilla de pádel. Los diferentes diseños pueden clasificarse en tres grupos, a saber:


Suela de espiga: las zapatillas con esta suela ofrecen un deslizamiento inmejorable, aunque a costa del agarre. El jugador puede efectuar quiebros y giros más suaves, pero pierde eficiencia cuando la intensidad del juego le obliga a realizar, por ejemplo, paradas en seco.

Suela omni o de puntos: esta suela presume de ser la más utilizada en el pádel clásico, con un nivel de agarre excelente y unas prestaciones que se adaptan bien a las exigencias de las pistas de hierba artificial. Sin embargo, su desgaste es superior a la suela de espiga y no facilita en absoluto los deslizamientos.

Suela intermedia o mixta: en el término medio está la perfección, y por ello numerosos jugadores de pádel se decantan por las suelas mixtas. Estas combinan las características de las suelas en espiga y las mixtas. El resultado es un calzado equilibrado, resistente al desgaste y con unos niveles de grid razonables.


Talla justa y adecuada, sin holguras

Si equivocar la talla de un zapato de diario es fuente de molestias, cometer este error con el calzado destinado al pádel puede convertir un deporte apasionante en una pesadilla. Acertar con la elección de la talla condiciona la seguridad y la movilidad de los pies en cualquier superficie, además de prevenir torceduras y otras lesiones.

A diferencia de otros calzados, el de pádel no debería adquirirse online, pues sólo en tienda física se podrá calzar y comprobar si sus dimensiones se ajustan a las de piel del usuario. En caso de ser demasiado pequeño, el pie se sentirá aprisionado, con fricciones en los tobillos que pueden derivar fácilmente en ronchas y heridas durante un partido de pádel. Las holguras son incluso más peligrosas.

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